Nuevas imágenes de Curiosity, posiblemente de las más impresionantes que hayamos visto, ya que se trata de un terreno hasta ahora desconocido. Fotografías en alta resolución y a color que nos muestran las colinas escarpadas del Mount Sharp, en el cráter Gale, un enclave que pasará a ser analizado por los investigadores en los próximos meses.
Lo que vemos es un paisaje de tonos grisáceos, un espacio, el Mount Sharp, marcado por sus altas colinas y cañones abiertos junto al conjunto de dunas de arena que rodean el lugar. Una zona donde podemos observar en primer plano la grava y al fondo las elevaciones, y cuyos primeros análisis desde la Tierra podrían indicar que sus rocas están compuestas de minerales donde ha influido el agua debido a las marcas discontinuas.
Realizando un zoom a las fotografías podemos apreciar todavía mejor su impacto visual. Según Mike Malin, uno de los responsables detrás de las cámaras equipadas en Curiosity, las imágenes han sido tratadas en color para mejorar el análisis de los especialistas:
Las colinas al fondo de las imágenes nos indican diferentes composiciones. Las imágenes han sido tratadas y en realidad tienen un color más caqui.
Los investigadores también han podido determinar las distancias que se aprecian. Para que nos hagamos una idea, unos 100 metros es la distancia en el plano más cercano. Luego, el más legajo, donde podemos observar las cima, se encontraría a 16 kilómetros de distancia.
Durante el próximo año y medio el trabajo y objetivo de Curiosity será llegar hasta esas colinas y reconocer el terreno, un espacio desconocido al que se le advierten diferentes estratos geológicos.
Cada pequeño paso que da Curiosity en Marte está siendo estudiado y reproducido por la totalidad de medios. Su llegada al planeta rojo ha comenzado con las primera fotografías y puesta a punto de toda la maquinaria. Desde hace unas horas le ha llegado el turno a la ChemCam. Una prueba de funcionamiento del potente láser antes de iniciar su primera misión.Lo hizo pulverizando una roca pequeña, del tamaño de un puño, denominada Coronation. Según la NASA, Curiosity se “enfrentó” a la roca N165 disparando el láser hasta 30 veces en un período de 10 segundos. Estos datos nos indican que el láser fue capaz de lanzar más de 1 millón de vatios de potencia durante 5.000 millonésimas de segundo.
¿Y para qué? Esta primera prueba del láser estaba enfocada a comprobar su funcionamiento. El láser calentó la roca hasta tal punto que sus moléculas pasaron a transformarse en una bola de fuego, momento en el que el telescopio y los espectómetros equipados de Curiosity (con capacidad para registrar en 6.144 diferentes longitudes de onda de luz ultravioleta) comenzaron a analizar los compuestos de la roca.
Esos 10 segundos de ráfagas de disparos también ayudarán a los científicos a analizar si existían cambios en la composición de la roca durante la actividad del láser.
En definitiva, unas primeras pruebas de un instrumento, la ChemCam, que tras 8 ochos de trabajo, por fin comienza a dar sus frutos. Así lo acaba confirmando Sylvestre Maurice, uno de los investigadores principales tras la ChemCam:
Sorprendente que los datos que hemos recibido sean incluso mejores que los que habíamos obtenido antes en las pruebas en la Tierra. La ChemCam podrá ofrecer grandes descubrimientos científicos en los próximos dos años en Marte.
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